8 may 2005

Quaker y 2112 en el Segundo Evento Progresivo 2005

Ayer se llevó a cabo el Segundo Encuentro Progresivo 2005 en el teatro IFT. Esta vez, las bandas invitadas eran 2112 y, como soportes, los platenses de Quaker que debutaban en Buenos Aires.

En el hall del teatro me encontré con Jorge, a esta altura con asistencia perfecta en los shows a los que me tocó asistir. Estuvimos charlando un rato hasta que llegó la hora de entrar. Me detuve unos instantes a hablar con Felipe Surkan, de Viajero Inmóvil (uno de los organizadores), y pasé a la sala.

Había conseguido una ubicación en primera fila, así que me puse cómodo y me preparé a disfrutar de la primera proyección en DVD que acortaría la espera hasta el set de Quaker. Se había anunciado a Rush en vivo en 1978, pero en su lugar se proyectó el DVD de 'Chronicles', con los clips de la banda (desde 'Closer To The Heart' hasta 'Subdivisions'). Allí subió el telón para recibir a Quaker.

No era la primera vez que veía en vivo a los platenses. Ya en diciembre último, en el Sinfo Prog 2004 de su ciudad natal, se habían presentado entre Ünder Linden y Hexatónica. En aquella ocasión, la impresión que me habían producido ambas bandas deslució un tanto mi evaluación de Quaker. Esta vez, los chicos se reivindicaron.

Quaker son Jerónimo de la Arena (gt), Luciano Caselli (bat), Federico Caselli (bj) y Juan Pablo "Papo" Manes (gt). Su material, completamente instrumental, remite en partes al de King Crimson pero con el agregado de texturas jazzeras que le dan una vuelta muy interesante. El trabajo de las dos guitarras, en patrones que se van entrelazando, cruzando y haciendo postas, es de destacar. Sonó más fuerte Jerónimo (con un tono más frippeano) que Papo, un poco tapado en la mezcla que en general fue regular durante el set. El bajista es también muy bueno, aunque sobrio, sin estridencias. Hizo partes de tapping a dos manos muy interesantes, pero en el contexto de soporte de los dos guitarristas. El batero mostró también gran solvencia.

Se notaban los nervios de la banda a la hora de dirigirse al público (más los micrófonos que no andaban), pero la recepción fue en general (con la excepción que mencionaré más adelante) de respetuosa para arriba, con sonoros aplausos al final de cada tema.

Disfruté más de este set que del de diciembre último, y quedé con ganas de escuchar su CD debut, próximo a ser editado. En suma, un más que auspicioso debut porteño para esta banda.

La cantidad de público fue inferior a la del primer encuentro, y aquí se vio más evidentemente la presencia de los invitados. Está bueno, por un lado, porque sirven para a) llenar el lugar ;-), y b) hacer sentir más cómodos a los músicos (esto se ve en los vítores, gritos, etc.). Pero por otra parte, los invitados, en una gran mayoría, no van por la música, sino para apoyar a los amigos. Entonces, es poco el interés que en general demuestran hacia los artistas que no son los que van a ver. Eso pasó con una turba de invitados de 2112 que estaban en la segunda fila hacia la derecha de la sala. Parecía una excursión de los Campanelli, con gordito hamburguesero incluido, que no paraban de hablar durante todo el set de Quaker. Una lamentable falta de respeto.

Tras el set de Quaker, se vino la proyección de, creo, 'Eyes Wide Open', de King Crimson. Interesante material, sobre todo para ver las versiones del material más nuevo de la banda (de 'Construkction' y 'Power To Believe'). Me impresionó lo viejos que lucen Belew (parecía Larry, de los Tres Chiflados, tocando con una guitarra de Charly García) y Fripp (una mezcla de Torcuato Di Tella y el Gato Dumas). La música, espectacular, como siempre.

Finalmente, salió 2112 a escena. Hace unos años había tenido la oportunidad de verlos en el teatro Empire, presentando a todo trapo 'Glory Lies Ahead'. Recuerdo que no me habían gustado mucho que digamos. Igual que en el caso de Quaker, mi impresión mejoró esta vez.

Como power trio (Daniel Bazán -bajo-, Juan Tambussi -guitarra y voz- y Sergio Moscatelli -batería), tienen bastante espacio para rellenar entre los tres. Instrumentalmente, son todos muy buenos. Me gustó particularmente Juan, con un estilo bastante pirotécnico y técnicamente diverso (especialmente, un muy buen trabajo con armónicos). A veces fue un poco impreciso, pero a esas velocidades yo ya estaría mareado, así que no me quejo ;-) Daniel también estuvo muy sólido con el bajo, y Sergio mostró su destreza en un solo que, sin ser memorable, sirvió como entretenimiento. Y hablando de entretener, se vio claramente las horas de vuelo de 2112 en vivo: tanto Daniel como (especialmente) Juan se movían a sus anchas por el escenario e, incluso, el guitarrista tocó un solo caminando por el pasillo del teatro.

El punto flojo (y mucho) es, en mi opinión, la parte vocal. No me gustó Juan como vocalista, pero además las melodías vocales no me resultaron atractivas. Creo que si la banda fuese instrumental, no sólo no perdería nada, sino que ganaría bastante.

Hacia el final del set, mientras Sergio y Daniel hacían una base, Juan dejó su guitarra a un lado y llevó a cabo un sorteo de cinco CDs de la banda entre el público. Por último, el sonido benefició (como en el primer encuentro) al número "principal" por sobre el soporte. Un tema para revisar.

En resumen, el Segundo Encuentro Progresivo fue otro acierto de los organizadores, con dos bandas muy diferentes entre sí, lo que redondeó un paquete de muy buena música que, esperemos, siga adelante.

No hay comentarios.: